Según el informe, España es el país en el que la deuda de las familias, para tomar sólo un ejemplo, ha crecido más en ese periodo (un 88%), y lo mismo vale para el sector financiero español que, junto con el de Reino Unido, es el que ha protagonizado la mayor expansión de deuda. Si Rajoy y Zapatero se toman el trabajo de ir a la página 63 del apéndice estadístico tendrán el cuadro de corresponsabilidad popular-socialista, por orden de gobernación, de la crisis 2000-2008, donde se perfilan la deuda pública, las familias, las empresas no financieras y las entidades financieras. La corresponsabilidad es evidente porque ha habido una continuidad de las políticas económicas de Rato y de Solbes. El frenesí empezó en 1999. "España pasó de tener elevados y volátiles tipos de interés a más bajos y estables. Esto incrementó la demanda de crédito, la mayor parte para la vivienda. Como resultado, el sector inmobiliario y el de la construcción han supuesto el 11% del Producto Interior Bruto (contra el 5,4% en EEUU). En España, el 60% de los préstamos están relacionados con el sector inmobiliario (contra el 53% en EEUU)", señala. Hay cierto paralelismo en el ascenso y la caída de la economía española y el de la economía de Argentina. Tanto Argentina como España aceptaron las reglas de juego de un tipo de cambio fijo. La ley de convertibilidad argentina de 1991 y el ingreso de España en la unión monetaria en 1999. Y ambos países fueron presentados por las principales instituciones financieras como modelos del éxito económico internacional. Como Argentina con su default a finales de 2001, España, sin default, es ahora el blanco de los mercados. |
miércoles, 17 de febrero de 2010
Más Crisis
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