jueves, 31 de mayo de 2018

LA FOP Y EL IMATINIB


Los brotes de FOP, ya sean espontáneos o desencadenados por trauma, están asociados con la inflamación, también una causa bien conocida de hambre de oxígeno en las células.

Segun el Doctor Kaplan la hipoxia puede ocurrir por muchas razones, pero en brotes tempranos de la FOP se especula con que la hipoxia podría ser el resultado del microambiente inflamatorio en las lesiones. Esto ocurre cuando el suministro de oxígeno al tejido dañado se ve afectado y la demanda de oxígeno por las células dañadas excede en gran medida su suministro.

 Cada célula produce continuamente HIF-1α, pero rápidamente la destruye cuando la célula tiene un suministro adecuado de oxígeno. Cuando una célula está hambrienta de oxígeno, las enzimas que inactivan HIF-1 α dejan de funcionar instantáneamente, permitiendo que HIF-1α escape de la destrucción, ingrese al núcleo de la célula y dispare una alarma que instruye a los genes a adaptarse a un microambiente de bajo oxígeno. Esta cadena de eventos permite que la célula sobreviva.

Entre los inhibidores de HIF-1α, específicamente el fármaco contra el cáncer imatinib (Gleevec)

Los investigadores examinan el papel crítico de la hipoxia en la inducción, la amplificación de lesiones FOP 

Early clinical observations on the use of imatinib mesylate in FOP: A report of seven cases    

Observaciones clínicas iniciales sobre el uso de mesilato de imatinib en la FOP: informe de siete casos.


El mesilato de imatinib es un inhibidor de la tirosina quinasa desarrollado originalmente para su uso en pacientes con leucemia mieloide crónica (LMC). El imatinib tiene el efecto deseable de atacar múltiples objetivos implicados en las etapas hipóxicas e inflamatorias tempranas de los brotes de FOP,
En un primer momento se realizan ensayos clínicos en niños con brotes de FOP descontrolados para determinar si el imatinib puede mejorar los síntomas o alterar la historia natural de esta enfermedad debilitante y potencialmente mortal.

El tratamiento con imatinib generalmente es bien tolerado con una baja incidencia de efectos secundarios graves. Las reacciones adversas más comunes incluyen edema leve, calambres musculares, náuseas, diarrea, erupciones cutáneas y mielosupresión.


Conclusiones

Un ensayo clínico bien diseñado ayudará a determinar si el imatinib pertenece al arsenal para el tratamiento clínico de la FOP. Todavía no podemos determinar si el imatinib es algo más que un bálsamo a corto plazo para los brotes explosivos en los siete niños informados aquí o tiene más efectos a largo plazo y duraderos en la historia natural de la FOP, pero es hora de averiguarlo.